Son muchas
las personas que disfrutan cuando están en situaciones complicadas o de riesgo.
Esto está relacionado con los niveles de adrenalina, lo que produce una
sensación muy placentera para muchos. En una situación de miedo, ansiedad,
peligro, etc. los niveles de adrenalina se disparan.
Cuando nos
encontramos en estas situaciones de riesgo debemos tener presentes los peligros
que pueden suponer y afrontar las situaciones con responsabilidad.
Cuando estamos asustados, nuestro cuerpo
responde de forma natural liberando dos hormonas: la adrenalina y el cortisol.
Cuando esto ocurre, la presión sanguínea se dispara, el corazón late con fuerza
y el nivel de energía aumenta. El cortisol eleva la concentración de azúcar en
la sangre y además detiene las funciones que no sean precisas en una situación
de lucha o huida. No obstante, una descarga excesiva de adrenalina y cortisol
resulta perjudicial para el cuerpo y para la salud mental de la persona que la
padece. Si la liberación de adrenalina se produce sin ninguna razón aparente,
cuando no te hallas en una situación de peligro, es posible que estés
experimentando un ataque de pánico.
Además con
este tipo de deportes eliminamos el estrés. Psicológicamente también existen
beneficios como la sensación de superación y al llegar a nuestra meta
satisfacción con nosotros mismos. También nos hacen proponernos nuevos retos al ver que hemos superado los ya marcados.
Los deportes
de riesgo son un cambio de rutina muy beneficioso en muchos aspectos de nuestra
vida, ¡disfruta de ellos!
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