La conservación de nuestros alimentos es algo que tenemos que tener en cuenta en nuestro día a día tanto a la hora de su compra como en la conservación en nuestros hogares. Algunas de estas formas de conservación son: por frío, por calor, por reducción de la cantidad de agua, por agentes químicos, radiaciones ionizantes, por presión, vacío y mezcla de agua, por acción química y por separación química.
En primer
lugar la conservación por frío que consiste en someter a los alimentos a bajas
temperaturas. Esta es una conservación a corto plazo y evita la proliferación
de microorganismos con la ayuda de neveras y congeladores (refrigeración y
congelación). Para que esta técnica tenga los efectos deseados y no perjudique
nuestra salud tenemos que partir de alimentos en buen estado (buena
manipulación y almacenaje anterior), el contacto con el frío tiene que ser
inmediato y nunca se puede interrumpir la cadena de frío. Si se incumpliera
alguna de estas los alimentos podrían perjudicar nuestra salud.
El calor también
puede ser un buen conservante ya que alcanzados los 100ºC los microorganismos
mueren. Existen diversas técnicas según el grado de calor: el escaldado que es
el paso previo que suelen pasar frutas y verduras antes de ser sometidas a
otros procesos de conservación como el enlatado, se usa agua o vapor de agua a
una temperatura de 95-100ºC; la pasteurización que es la destrucción de
microorganismos aplicando temperatura alta durante poco tiempo o temperaturas
más bajas durante más tiempo, se mantiene muchas propiedades del alimento y se
asocia con otros procedimientos de conservación como el envasado al vacío o la
refrigeración que garantizan una óptima conservación.; la esterilización
comercial se usa para conservar un alimento durante tiempo prolongado, los
alimentos se ponen en recipientes cerrados y luego se calientan en un autoclave
(100ºC); la esterilización propiamente dicha que se someten los alimentos a
temperaturas de 120ºC de calor húmedo en autoclaves, suele disminuir la calidad
del alimento. Esta esterilización para alimentos líquidos se llama UTH (zumos,
sopas, derivados de la leche…).
Otra forma de
conservación es mediante la eliminación de agua. Por una parte tenemos la
desecación que es la eliminación de parte del agua de los alimentos con el
calor del sol. La deshidratación es la eliminación del agua casi en su
totalidad. Esto impide el desarrollo de microorganismos. Hoy en día estos
procesos pueden controlarse tecnológicamente. La liofilización es un proceso de
secado que somete al alimento a la ultracongelación y a dos procesos de secado.
Es un proceso caro. La concentración consiste en eliminar agua de los alimentos
líquidos
Existen
además nuevas técnicas de conservación
que no se usan tanto en la actualidad y que mantienen propiedades sensoriales
y nutricionales de los alimentos como son la presurización y la irradiación.
Todas estas
formas de conservación hacen que podemos disfrutar de nuestros alimentos por
mucho más tiempo pero debemos siempre asegurarnos si ésta está bien realizada, si
ha pasado controles sanitarios y sobretodo fijarnos en las fechas de conserva y
la de caducación del alimento. Si no se comprueba lo anterior podemos
someternos a un peligro para nuestra salud provocando intoxicaciones. Conserva
y consume tus alimentos con responsabilidad, tu salud te lo agradecerá.
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