Las guarderías son instituciones tanto públicas como privadas que sirven de gran ayuda para mucho padres a la hora de atender a sus hijos. Surgen, principalmente, gracias a la necesidad de cuidar a los más pequeños en una sociedad moderna en la que tanto el padre como la madre son trabajadores.
Son muchas las ventajas que presentan, aunque hay personas que se mantienen escépticas ante esta institución.
No se puede negar que son de gran utilidad. Los niños aprenden desde el principio a convivir con otros, a compartir los juguetes y a ser sociables. Esto es esencial en la educación de nuestros hijos, especialmente si no hay hermanos de por medio. Se les enseñan también los valores y las normas que deben de seguir para que la convivencia sea posible. Se les muestra respeto de una forma divertida y que puedan entender fácilmente.
Los cuidadores tienen la obligación de cuidarlos, vigilarlos y estimular su ámbito motriz, intelectual y comunicativo. Se empiezan a educar antes de empezar el colegio, por lo que el comienzo de éste resulta más sencillo.
Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios, existen ciertos inconvenientes. Lo que más suele preocupar a los padres son las infecciones y el posible contagio, aunque hay que destacar que ésto llega a favorecer su desarrollo inmunitario y evita que se conviertan en "niños burbuja". Por otro lado, puede ser difícil para algunos niños el hecho de separarse de sus progenitores. Sin embargo, esto también los puede ayudar a tener independencia emocional. Además, las guarderías se rigen por un horario fijo al que no todo el mundo se puede adaptar.
El verdadero problema es que hay muchas que son privadas y son pocas las personas que se pueden permitir este gasto a mayores de todo lo que supone criar a un hijo.
Simplemente hay que tomarse el tiempo necesario para escoger una guardería que supla todas las necesidades para tu bebé y que se ajuste a tus posibilidades. Puede serte de mucha ayuda.
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