LA LECTURA, UNA AFICIÓN MUY PROVECHOSA

La lectura, un pasatiempo para algunos y una obligación para otros muchos. Desde muy pequeños la lectura tiene un importante lugar en la enseñanza. Muchos niños relacionan la lectura con una obligación y por ello no desarrollan gusto por la misma. Esto es un problema con el que se debería luchar en las aulas ya que leer beneficia nuestra salud mental.

Ejercitar la mente mediante la lectura favorece la concentración. Esto se debe a que leer es algo que se aprende, no es una cualidad innata. Para hacerlo tenemos que vencer las distracciones y concentrarnos por lo tanto podemos decir que aumenta esta capacidad.
Ayuda para combatir la degeneración cognitiva ya que activa nuestro cerebro. El hemisferio izquierdo de tu cerebro se pone en pleno funcionamiento para activar las distintas zonas de nuestro cerebro. El movimiento de nuestros ojos hace que se creen unas conexiones hasta llegar a la zona intertemporal, zona en que la información se distribuye entre las diferentes zonas del cerebro. Este proceso se lleva a cabo de una forma tan natural que tiene repercusiones en el desarrollo intelectual.
Alimenta la imaginación ya que con la lectura de un libro incentivas a tu mente a crear una realidad paralela de aquello que se está leyendo. Creas tu propio mundo a partir de las palabras escritas.
Te conviertes en mejor orador debido a que cuanto más se lee aumenta nuestra capacidad lectora y comprensiva lo que hace que hablemos y leamos con más facilidad.
Prevenimos enfermedades neurodegenerativas ya que con la lectura como se comentó anteriormente se activan zonas del cerebro que no se suelen utilizar y esto, en edades avanzadas es muy importante que ocurra para mantener el cerebro en plena forma.
Aumenta la libertad de expresión, la cultura y la formación ya que con la lectura se aprenden numerosos conceptos sobre temas insospechados.

Por lo tanto, analizando todos estos factores positivos, tenemos que hacer caso a aquello que los romanos que decían: "nulla dies sine linea" que significa que ni un día sin leer una línea.