CREMAS, ALGO MÁS QUE BELLEZA

Las cremas son un recurso fundamental para cuidar la salud de nuestra piel y la de todo nuestro cuerpo en general. La piel es la primera barrera que tenemos frente a todo tipo de microorganismo exterior, nos protege de agresiones ambientales y nos permite controlar la temperatura. De esta forma, protegiendo y cuidando este tejido, cuidaremos a todo nuestro organismo. 

Tienen múltiples funciones ya que nos aportan elementos que suavizan la piel, permite una regeneración de las células, proporciona vitaminas y corrige los defectos característicos de la epidermis, como el exceso de grasa o la sequedad. 

¿Qué tipo de crema utilizar? depende de tu tipo de piel. Se debe de acudir a un especialista para conocer con exactitud las características de este tejido. Para una piel seca, se recomiendan texturas ricas y untuosas para una buena hidratación. Es muy importante en estos casos ya que se pueden evitar callos en los dedos y callosidades en la parte externa del pie. En cambio, para personas con una piel grasa, se recomienda más el uso de cremas de noche, debido a que envejecen menos la piel y el rápido envejecimiento es una de las peculiaridades de este tipo de piel.

Antes de usar cualquier tipo de crema hay que secar correctamente la piel. Ésta no debe de estar húmeda ya que existe un mayor riesgo de irritación. Además, especialmente en mujeres, se recomienda que antes del uso se limpien bien el rostro cada mañana y cada noche, para asegurarse de que no queda ningún resto de maquillaje en él. 

¿Tienen el mismo efecto las cremas de día que las de noche? Como veremos a continuación, no. 

Cuando dormimos, nuestra piel se regenera unas tres veces más rápido que durante el día, ya que se aprovecha del descanso para reparar los daños sufridos. Por lo tanto, si vamos a utilizar una crema anti-edad, es mejor de noche. Éstas contienen una mayor cantidad de principios activos pero no tienen ningún tipo de filtros solares. Por lo tanto, si las vas a usar durante el día, las tienes que acompañar de una crema solar, sobre todo en épocas de calor. 


Por otro lado, las cremas de día tienen filtros solares pero el porcentaje de principios activos es mucho menor. 

Analizado todo lo anterior, es importante que no descuides los cuidados de tu piel, ya que no sólo se trata de belleza, sino también de salud.