Nuestro cabello refleja también
nuestra salud. Su aspecto varía sobre todo con los cambios estacionales pero
también lo hace con nuestro estado de ánimo y salud. Cuando estamos estresados
o tenemos ansiedad nuestro pelo cae con más frecuencia, por ejemplo.
Por otro lado los cambios estacionales
como se menciona más arriba también tienen mucho que ver en su aspecto. El pelo
no está sometido a las mismas agresiones en verano o en invierno por lo tanto
su cuidado no debe ser el mismo. Las radiaciones ultravioletas alteran la
elasticidad y color de nuestro pelo. Además la salinidad y el cloro del agua
también producen efectos en nuestro cabello.
Así como protegemos nuestra piel cuando nos ponemos en
contacto con el sol deberíamos hacer lo mismo con nuestro pelo. Existen sprays
con protección (especiales para cabellos teñidos ya que tanto el sol como el
agua salada/clorada alteran el color de nuestro pelo), champús con filtro solar
(se aplican como uno normal y el efecto es similar al de las cremas solares) o
mascarillas protectoras que nos ayudan a proteger nuestro cabello. Estas
últimas son la mejor opción para cuidarlo y se pueden aplicar después de cada
lavado.
Si te tiñes el pelo antes de los meses de verano elige
un tono más oscuro ya que se te aclarará más rápidamente. Si tenías pensado
teñirte espera a pasar el verano ya que el TINTE reseca nuestro cabello y sería
entonces otro factor dañino para el mismo.
Es importante que después de un día de playa o piscina
procedamos al lavado de nuestro pelo para eliminar la sal, cloro, arenas que lo
secan. En verano también hay que tener cuidado con el aire acondicionado ya que
también reseca mucho nuestro pelo y para atenuar sus efector debemos de
humedecer nuestro cabello.
Por otro lado, siempre se dice que es malo lavar el
pelo todos los días, sin embargo, es un mito, no tiene inconvenientes siempre y
cuando se hagas con un champú suave. Una alimentación sana y equilibrada rica
en vitaminas y minerales como el hierro, fortalece la estructura capilar y
proporciona brillo al cabello.
¿Debemos cambiar de champú y acondicionador? Es
recomendable cambiar estos productos si notas que ya no hacen el mismo efecto
que cuando los empezaste a utilizar ya que estos pueden perder su efecto.
Además de todos los productos que nos ofrecen las
grandes marcas no hay que olvidar que los viejos remedios o cuidados son los
que mejor funcionan y sobre todo estos para cuidar el cabello en verano:
-
Cortarse las puntas para sanear el cabello (es
imprescindible un buen corte después del verano).
-
Cepillarse
el pelo un rato cada día y para un pelo brillante, un buen chorro de agua fría después
de cada lavado.
-
Algunos
trucos caseros aconsejan aplicar aceite de oliva, crema hidratante o crema de
leche batida con yema de huevo, para las puntas secas. Por ejemplo, si no usas
champú con un pH adecuado puedes aplicarte un poco de vinagre de sidra (una cucharada)
en un cuarto de litro de agua fría mineral. Si quieres restaurar el cabello en
verano puedes colocar sobre el una máscara de germen de trigo, mezclarlo con
agua hasta obtener una pasta, una vez que se haya secado, lavar el cabello con
un champú suave.
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