Los pies son una de las zonas del cuerpo más olvidadas tanto por mujeres como por hombres. Un altísimo porcentaje de la población presenta algún trastorno en sus pies como pueden ser hongos, durezas, callos...
Para conservar nuestra salud podal una de las cosas más importantes es la buena elección de nuestro calzado y saber cuando un zapato ya ha cumplido su ciclo y debemos sustituirlo.
Entre el calzado más problemático se encuentran los zapatos de tacón, cuya utilización es principalmente femenina. Es por eso que las mujeres sufren cuatro veces más problemas de pies que los hombres.
Pero no todos los tacones son iguales. Por ejemplo, cuanto más estrechos sean estos, más consecuencias nocivas tendrán. Y lo mismo pasa con la altura: con un tacón de 3 cm.el peso de nuestro talón pasará a la punta; si el tacón asciende a 6 cm., es el 57% de nuestro peso total el que recae sobre la punta de nuestro pie y si el zapato que utilizamos tiene un tacón mayor de 9 cm., la punta llegará a soportar más de un 70% del peso.
El uso de un tacón inadecuado provoca numerosas dolencias en nuestros pies, pero las consecuencias nocivas no terminan cuando este dolor desaparece, sino que numerosas enfermedades como la metatarsalgia, el tendón de Aquiles, el neuroma de Morton o las distorsiones pueden tener origen en esta mala costumbre.
Esto no significa que no sea recomendable usar algún tipo de tacón. Pero tampoco existe una opinión clara sobre ello. Diversas voces afirman que el tacón ideal sería aquel que midiera 2 centímetros, para que el 50& de nuestro peso recayera sobre el metatarso y el 50% restante sobre el calcáneo, mientras que entre los traumatólogos existe un dicho popular en el que se afirma que no hay zapato mejor que andar descalzo.
Cabe destacar que lo anteriormente dicho no implica que llevar tacones un día nos provoque estas dolencias o un daño irreparable, sino que lo que no es recomendable es abusar del uso de tacones excesivamente altos en nuestra vida cotidiana.
Hay muchas chicas que están acostumbradas al uso de tacones altos en su vida normal, principalmente por razones de estética o porque desempeñan tareas que requieren una imagen más formal. En estos casos, tampoco es recomendable dejar de usar los tacones de una manera repentina, sino que el proceso adecuado sería ir poco a poco disminuyendo el tacón para así llegar al zapato ideal para nuestra salud.
Existen infinidad de tipos de calzado, tú eliges.
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