Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1,2 millones de muertes, sólo en Europa, son provocadas por consumo de tabaco. Cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, son algunas de las terribles consecuencias de la adicción a la nicotina.
Según diversas estimaciones el 45% de los fumadores no están dispuestos a dejar de fumar. Con el paso del tiempo son muchos los signos que comienzan a aparecer: tos crónica, cansancio, dificultad para respirar, más riesgo de infecciones y catarros, cambios en la cavidad bucal (dientes amarillos o negros, pérdida del sentido del gusto parcialmente...).
En esta imagen se pueden observar los componentes de un cigarrillo:
Son numerosas las técnicas para dejar esta adicción pero no tantas como las razones. Existen parches, chicles que aportan pequeñas dosis de nicotina. También hay que hablar de los cigarrillos electrónicos que simulan un cigarro verdadero pero funciona con vapor y simula el humo del tabaco. Ciertas terapias psicológicas también pueden ser efectivas.
Cabe añadir que dejarlo no es fácil ya que la nicotina es una droga muy potente llega antes al cerebro que algunos medicamentos inyectados en vena. Permanece en el cuerpo hasta cuatro días después de dejar de fumar. La disminución de nicotina en sangre provoca síndrome de abstinencia con síntomas como mareos, frustración, depresión, ansiedad, irritabilidad, cansancio, dolores de cabeza, aumento de apetito, etc.
VALE LA PENA INTENTARLO, TU SALUD ESTÁ EN JUEGO, ¿A QUE ESPERAS PARA DEJARLO?
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