Gozar de una buena memoria es muy importante y mantenerla en un futuro es una tarea que no deberíamos de descuidar.
Cuando envejecemos cambiamos físicamente pero también lo hacemos mentalmente. De hecho la pérdida de memoria puede desembocar en enfermedades mentales como el Alzheimer. Por lo tanto, ¿podemos hacer algo para contrarrestar esta pérdida?
La pérdida física es inevitable pero está demostrado que existen técnicas que permitan aumentar tu memoria. Leer, aprender alguna actividad artística o deportiva y resolver problemas matemáticos nos ayudan a desarrollar habilidades mentales, pero también pueden ser de gran utilidad para evitar o retrasar el avance de la pérdida de memoria.
Se llama gimnasia cerebral al conjunto de ejercicios que se hacen con el fin de entrenar nuestro cerebro y mantenerlo activo. El motivo de realizarla es que está demostrado que cuanto más se utilice este órgano la posibilidad de que falle disminuye. Numeroso estudios indican que las funciones mentales como el lenguaje, juicio, razonamiento, memoria, abstracción, concentración o la capacidad de cálculo, pueden afectarse cuando no se utilizan y, precisamente, estas son las cualidades que tratamos de estimular mediante la gimnasia cerebral.
En teoría empleamos solo el 10% de nuestro cerebro, el 90% restante lo usamos muy poco. La mayoría de las actividades que realizamos las hacemos con la mano, pie dominante...nuestra capacidad con los contrarios es mucho menor ya que no estamos entrenados. A esto se le llama lateralidad, la actividad se centra en un hemisferio cerebral. Lo que se busca con la gimnasia cerebral es poner en funcionamiento aquellas partes del cuerpo que no utilizamos frecuentemente con el fin de establecer más conexiones entre nuestras neuronas. El ejemplo de que se puede conseguir es la recuperación de una disfuncionalidad está en las personas que han sufrido un infarto cerebral que pueden alcanzar hasta un 70-80% de recuperación.
Por lo tanto actividades como escribir o peinarnos con la mano no dominante puede ayudar a ejercitar nuestro cerebro. Resolver crucigramas, sopas de letras, rompecabezas, aprender idiomas, leer en alto,...son otras tareas que pueden ser de ayuda.
Los más beneficiados de poner en práctica estas actividades son las personas de 50 años o más aunque es bueno a todas las edades. Lo importante es recurrir a aprender y adquirir habilidades nuevas siempre con constancia para lograr los objetivos marcados.
Otros ejercicios para mejorar la actividad neuronal se basan en estimular los sentidos (olores, tacto,...) o practicar ejercicio de forma regular, una buena alimentación, establecer una rutina, etc.
Puedes poner a prueba tu memoria y ver que capacidad memorística posees. Recuerda, una buena práctica en el presente se verá recompensada en tu futuro.
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